Friday, January 20, 2006

Nadie puede controlar eso

Publicado originalmente el 12-01-2004 aqui

     Son las cuatro de la tarde. Estoy sentado en un banco, solo tengo encima una carpeta, un folio, un boli, el movil y la cartera. Me da el sol por la espalda. Tengo ya el lomo tostao y aunque es invierno estoy calentito. El banco es comodo. Es raro, porque pensar que estos bancos estan hechos con trozos alargados de madera que independientemente serian inutiles y que unidos son comodos, por lo menos, a mi me resulta curioso. Como preguntarme porque pienso estas cosas. Soy un bicho raro supongo. Estoy sentado a un lado. Creo que al sentarme no escogí el lado, pero tal vez si. De pronto alguien ocupa el otro lado.
     - Hola! - Dice.
     Dudo, tartamudeo, y respondo:- h-hola! - El unico gesto que se me ocurre es una sonrisa nerviosa.
     Era una niña, o eso me parecia. No tendria mas de 18 años. Si yo soy un crio con 22, ella lo es con 18. ¿O tal vez no? Era linda, o como diria algun amigo mio, que se autodefine como cazatalentos en lugar de pederasta, "tenia futuro". Y ademas de futuro, tenia curiosidad.
     - ¿Que escribes? - me lanzó con toda confianza
     - Pues, creo que una carta. - las mujeres me ponen demasiado nervioso.
     - ¿A alguien especial?
     - Me da la impresion de que el mero hecho de que le escriba la hace especial. - Volví a sonreir.
     - Y, ¿se lo vas a decir? - Ahora sonreía ella.
     - ¿El que?
     - Que te gusta, ¿que va a ser? - Parecía que se burlaba de mi.
     En ese momento me quede helado. ¿Me gusta? No lo habia pensado. Creo que no. Podría gustarme claro, pero solo es una amiga. Pero, ¿hay diferencia? Si me gusta como amiga, es decir, si puede ser tan simpatica o inteligente o divertida como para ser mi amiga, ¿por que no podría gustarme? ¿Que me separaba de enamorarme de alguien? ¿La pregunta de una desconocida? No lo sabia. Y en ese segundo en que mi cabeza volo tras esa pregunta, me di cuenta de que seguramente no lo sabria nunca. No puedo dirigir eso, nadie puede. El que pueda escoger como cuando y cuanto se enamora, es que nunca lo ha estado, ni sabe lo que es.
     - No me gusta, hoy, tal vez mañana, pero entonces ya tendre tiempo para decirselo, ¿no crees? - Mi segundo de reflexion habia surtido efecto en mi.
     - No creo que debas esperar... - Miro hacia las nubes.
     - Y yo no creo que deba precipitarme. Ademas, no creo que me guste. Es una amiga. - Dudaba de lo que sabia o no sabia, mal camino...
     - ¿Y tienes muchas amigas especiales a las que escribirle? - Volvio a mirarme sonriendo.
     - ¿Como te llamas? - Casi sin dudar
     - Ana.
     - Ya tengo otra...



Escrito y dedicado especialmente a mi amiga Natalia, ya que originalmente lo pense como un e-mail para ella, sobre algo que me dijo.

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